la gema

Era un hombre triste, nada le satisfacía y tampoco le encontraba un sentido a su vida. ¿Para qué vivir? Se preguntaba. Este mundo es horrible, hay miseria, guerras, hambre, la gente se odia, se contamina, ¡se destruye! Y como este hombre andaba caminando cabizbajo, cuando llegó a un bosque hermoso en un día soleado, se encontró en el suelo algo que llamó su atención, algo que brillaba mucho, era un diamante, fino y perfecto. El hombre lo recogió del suelo y lo contempló. Se dio cuenta de que dentro del diamante había una hada preciosa, con lindos y grandes ojos, con una bella sonrisa y frágil cuerpecillo. El hada que danzaba dentro del diamante, su morada, vio al hombre y dijo:
-Hombre triste soy un Hada del Bosque, puedo conceder cualquier deseo a quien me lo pide.
El hombre observó a tan bello ser, sus palabras habían tocado lo más profundo de su corazón, supo que esta hada siempre haría lo mejor de lo mejor para él.
–Pídeme lo que quieras.- dijo nuevamente el hada.
–Oh, hermosa hada, tu mirada me da serenidad. Haz aquello que tú crees que es lo mejor para mí que yo confío en ti.- respondió el hombre.
El hada le respondió:
- Hombre tonto, eso fue exactamente lo que me respondiste la vez anterior, cuando eras un animal y te convertí en el hombre que ahora eres. Deja de quejarte de la vida, tienes suerte de ser un humano y no una mosca.
En ese momento, el hombre triste dejó de estar triste.

(cuento de la india y el tibet)